“TEN PIEDAD”
No puedo respirar ni mover mis manos; los ojos ya no
penetran la realidad; mis pensamientos se apagan. ¡Qué pasa!
¡Abran! Por favor, sáquenme de aquí; ahora lloran mis
recuerdos y afuera los que más me han querido.
Afuera cantan los coros de mi adolescencia; no quiero
monedas sino un te quiero. ¡Abran! Déjenme verlos y acariciarlos porque está
presión enloquece mi calma.
¡Quién me escucha! ¡Por favor! Traigan un poco de la
dulce miel del amor de mi madre.
Tal vez sea un sueño o una ilusión en vida pero necesito
que me quieran como yo los quiero; no me olviden al pasar ya que con sus
miradas me han convertido en un monumento en vida.
Autor: Marco A. Peña
No hay comentarios:
Publicar un comentario